8 de mayo de 2014

Los límites de la ciencia






La ciencia es uno de los instrumentos más poderosos de la mente humana. Se basa,
 en un principio, en lo que nos informan nuestros sentidos, que nos sirve para elaborar pensamientos lógicos sobre la realidad que percibimos en el presente, aunque también investigamos el pasado y intentamos adivinar el futuro.



La ciencia tiene un poderoso método de investigación, el método científico. Se basa en herramientas tales como la observación de la realidad, la documentación bibliográfica de estudios previos, las hipótesis o razonamientos hechos sobre lo observado, la realización de experimentos para demostrar las hipótesis hechas, el establecimiento de tesis, leyes y teorías a partir de hipótesis demostradas… El principal razonamiento utilizado por los científicos es de tipo inductivo, yendo de lo particular a lo general. Los conocimientos científicos que se van adquiriendo, frecuentemente son aplicables a la vida práctica de los humanos en tecnologías de todo tipo; por lo que se puede decir que la ciencia y la tecnología van de la mano en el desarrollo de la humanidad. Debido a la ciencia y a la tecnología la humanidad ha avanzado en el conocimiento de la naturaleza y del universo, es decir en la realidad que la rodea y adquiere cada vez más un bienestar y comodidad de vida.



Pero la ciencia, aun siendo de gran poder y beneficio para el hombre, no es capaz de explicar toda la realidad del cosmos. Hay que hacer notar que la realidad del cosmos es más amplia que nuestra realidad. Bien es verdad que la ciencia y la tecnología permiten, cada vez más, una mayor percepción de esta realidad cosmológica. A lo largo de la evolución y desarrollo de la humanidad y gracias a estas dos herramientas anteriormente citadas, el conocimiento de su entorno ha sido cada vez mayor. Por ejemplo, el invento del microscopio y del telescopio, satélites, sondas y sus variantes han permitido que el hombre conozca lo muy pequeño (seres microscópicos, moléculas, átomos…) y lo muy grande y lejano (planetas, estrellas, nebulosas, galaxias…).



Pero no olvidemos que existen aspectos y cuestiones que la ciencia no puede responder, o al menos todavía no … ¿Qué ocurre después de la muerte? ¿Existe en nuestro interior un espíritu que sobrevive? Y si esto es cierto, ¿qué ocurre con dicho espíritu? ¿De dónde proviene el cosmos y como se formó? ¿Existe un creador de dicho cosmos? ¿Existe vida fuera de nuestro planeta? ¿Y existe vida inteligente fuera de nuestro planeta? ¿Es el espacio-tiempo una ilusión de nuestra mente?



Para contestar a estas preguntas y otras similares, la ciencia, actualmente, no está preparada; quizás en un futuro haya avanzado y pueda resolver algunos de estos dilemas pero hoy por hoy, no parece ser el caso. Hay que acudir a otras disciplinas como las religiones o las filosofías, que para muchos pensadores, no tienen el rigor y verosimilitud de la ciencia.



Hasta aquí todo lo escrito entra dentro de la más pura ortodoxia oficial y establecida. Pero hay más: Existen otras prácticas de conocimiento que en la actualidad y sobre todo en las sociedades desarrolladas de corte occidental, no están reconocidas, se consideran poco fiables o reliquias de la antigüedad. Me refiero a la alquimia, la astrología, técnicas de meditación, técnicas de regresión a vidas pasadas, metafísica, ovnilogía, parapsicología…. Muchas de estas disciplinas son consideradas, en el mejor de los casos, pseudociencias. Y estas herramientas de conocimiento “esotéricas” y alternativas nos enseñan una realidad complementaria a la anterior y mucho más amplia e imaginativa, que, en mi criterio, no se debería descartar.



Es más, los gobiernos más poderosos, probablmente utilizan algunas de ellas en secreto, para aumentar su poderío; pues como ya se sabe, la información da poder. Se comenta en ciertos círculos de información que existen gobiernos en la sombra o sociedades secretas de gobierno mundial a las que las anteriores “pseudociencias” y técnicas asociadas les son muy familiares…



Además hay que considerar la existencia de entidades suprahumanas inteligentes (extraterrestres, por ejemplo) que han interactuado e interactúan en nuestro planeta (dioses del pasado, alienígenas del presente) y que, según muchos ovnílogos, han enseñado a la actual humanidad diversos saberes de carácter científico y tecnológico a lo largo de la historia humana y que actualmente quizás siguen enseñando tecnologías avanzadas unas veces - según que tipo de extraterrestres - desinteresadamente y otras a cambio de servicios de dudosa ética como experimentos genéticos y reproductores con humanos en una especie de negociación secreta inconfesable con ciertos gobiernos poderosos.



A propósito de la intervención extraterrestre en la Tierra, muchos investigadores no oficiales, creen que la actual humanidad no es la primera en desarrollarse en nuestro planeta. Antes hubo, al menos otras dos, los lemurianos del continente hundido en el océano pacifico, Lemuria y los atlantes, del continente desaparecido en el océano atlántico, Atlántida. Se cree, que estas dos civilizaciones humanas alcanzaron cotas de saber, de adelanto científico y tecnológico muy superiores a la actual humanidad, probablemente ayudados por extraterrestres o dioses. Por causas inciertas (catástrofes naturales, explosiones nucleares…) estas civilizaciones desaparecieron. ¿Ocurrirá lo mismo con la actual humanidad?




No hay comentarios: