12 de junio de 2015

El campo cuántico del cosmos




El cosmos (universo de universos) físico y material forma parte de un cosmos más global, creado por el Dios primigenio o conciencia cósmica. Este cosmos global consta de un campo cuántico de información compuesto, además de por materia, por energía y por conciencia. La materia es la que percibimos como humanos y seres materiales que somos y a nivel subatómico, corresponde a las partículas. La energía viene determinada por una frecuencia vibratoria y corresponde, a nivel subatómico, a las ondas. La conciencia corresponde al pensamiento creador y modificador de la materia y forma parte del campo fuente o campo creador primordial (Dios). Materia, energía y conciencia están conectadas por el campo cuántico de información, invisible, más allá del tiempo y del espacio, y no se pueden considerar como entidades distintas.

En este sentido, Joe Dispenza, en su excelente libro “El placebo eres tú” indica:

“Como el campo cuántico es un campo invisible de información, una frecuencia más allá del tiempo y del espacio de donde surge todo lo material, y además, se compone de conciencia y energía, todo lo físico que existe en el universo está unificado e interconectado en este campo. Y como todo lo material se compone de átomos, que a su vez están conectados más allá del tiempo y del espacio, tú y yo, y todo cuanto hay en el universo, está conectado por medio de ese campo de inteligencia – personal y universal, tanto dentro como a nuestro alrededor – que da la vida, información, energía y conciencia a todo cuanto existe.”


1 de junio de 2015

El universo viviente






Actualmente estoy convencido de que nuestro universo (y probablemente otros universos) es un “hervidero de vida”. No solamente de vida vírica y microbiana sino también de vida pluricelular, vegetal y animal y además, de vida inteligente, igual de inteligente que la especie humana o más… mucho más.

Como indica el segundo principio (de la correspondencia) del Kybalión: "Como es abajo es arriba o viceversa", nuestro universo es homogéneo, aunque tenga sus singularidades, y las leyes físicas y químicas se extienden por todo el: Por ejemplo, las estrellas y los planetas se repiten, lo mismo que sus movimientos. Por supuesto que hay que contar con la gran diversidad de todos ellos. 

Lo mismo ocurre con los seres vivos y sus leyes biológicas y de evolución. Son muy diversos, con sus peculiaridades evolutivas en cada planeta pero sus arquitecturas, planes de organización y, por ende, sus fisiologías y funcionamientos se repiten a grandes rasgos. A este respecto, conviene leer el libro “La teoría de los diseños coincidentes” de Herikberto M.Q. Esto quiere decir que en los planetas aptos para la vida, que son muchos, habrá virus, bacterias seres unicelulares eucariotas y seres pluricelulares eucariotas, entre ellos, vegetales, animales y seres inteligentes de tipo bípedo humanoide.

Además, es muy posible, que entidades inteligentes que hayan evolucionado lo suficiente como para conquistar parcelas del universo, hayan sembrado de vida semejante a la suya, otros planetas a los que han llegado, bien inhabitados, o bien ya con vida y en este caso han interaccionado con esta vida,  por ejemplo, provocando hibridaciones a varios niveles. Es la teoría de “la panspermia dirigida”, propuesta por el premio nobel Francis Crick. En este sentido, hay muchos ufólogos que opinan que el Homo sapiens es un híbrido en mayor o menor grado, de seres extraterrestres (dioses) y de antecesores homínidos terrestres, como el H. erectus y el H. neandertalensis.

Centrémonos más en las entidades inteligentes no humanas. Ya he dicho que el grado de inteligencia y consciencia puede ser variable con respecto a nosotros, siendo, muchas veces, muy superior, tanto tecnológicamente, como espiritualmente.

Así pues, estas entidades se pueden clasificar en extraterrestres, intraterrestres y ultraterrestres, sin excluirse unos a otros.

Los primeros, lo extraterrestres, son los más conocidos entre los ufólogos. Son los que vienen de otras estrellas y sus planetas en sus naves espaciales, a través de, por ejemplo, agujeros de gusano, entrando y saliendo por puertas estelares y viajando a través del tejido espaciotemporal, por lo que pueden ser viajeros del pasado o del futuro; incluso, cabe la posibilidad, de que sean los propios humanos del futuro los que nos visiten. También pueden provenir de otros universos, ya que los agujeros de gusanos pueden interconectar varios universos entre si. Se han detectado muchas razas de extraterrestres inteligentes, la mayoría bípedas, las cuales se agrupan en varias categorías: Humanoides, reptilianos, felinos, carianos (aves bípedas) insectoides, grises, etc.

Los segundos, los intraterrestres, son entidades inteligentes que viven en el interior de nuestro planeta. Se sabe que en el interior de la corteza terrestre hay una red más o menos extensa de cuevas y galerías, que pueden ser de tamaños colosales y que pueden estar extendidas a lo largo y ancho del planeta. Hay investigadores que opinan que nuestra Tierra es hueca (teoría de la tierra hueca) y algunos afirman que la mayor parte de los planetas también son huecos, como el nuestro, y que son habitables. Bien sea de una forma u otra, existen seres inteligentes intraterrestres de varios tipos (humanoides, reptilianos…) que pueden ser indígenas de la Tierra o extraterrestres.

Los terceros, los ultraterrestres, no son físicos, aunque pueden materializarse y hacerse ver. Pertenecen a otras densidades o dimensiones (según la terminología empleada) no físicas, a partir de la cuarta densidad y entran dentro de los estudios de la metafísica.
Estas entidades pueden convivir con nosotros sin enterarnos, ya que no los percibimos, al no ser que se manifiesten. Pueden ser terrestres o extraterrestres y también intraterrestres. Entre ellos podríamos citar a los fantasmas, espíritus, seres de luz, determinados dioses, ángeles, demonios, etc.

Todas estas entidades inteligentes no humanas, a su vez, pueden ser beneficiosas, perjudiciales o  indiferentes con respecto al ser humano, habiéndolas llamado con diversos nombres como dioses, ángeles, demonios, diablos, dragones, nórdicos, grises, reptilianos, fantasmas, hadas, duendes, etc.