9 de febrero de 2010

Las plantas y su evolución (y 3)




Las Espermafitas representan el tercer escalón evolutivo en la conquista del medio terrestre. Son plantas esporofíticas, en donde los gametofitos están reducidos al máximo: se reducen a una serie de células microscópicas encerradas en los órganos reproductores esporofíticos de estas plantas, las flores.
Además aparece un órgano, la semilla, mucho más eficaz que las esporas sexuales en la dispersión específica y que las sustituye en esta función; la semilla es una estructura pluricelular (no celular como las espora) que aparece después de la fecundación: El cigoto o célula huevo, desarrolla un embrión de la futura planta y éste, junto con un tejido nutritivo y unas cubiertas protectoras y resistentes derivadas del óvulo (órgano pluricelular donde se encuentra el gameto femenino u oosfera) de la flor, forma la semilla, que se dispersa mucho más eficazmente que las esporas, siendo más resistente y alcanzando mayores distancias. El las espermafitas más evolucionadas, los frutos colaboran en la dispersión de las semillas; estos frutos son estructuras pluricelulares derivadas del ovario (receptáculo de la flor femenina que encierra a los óvulos) que recubren temporal o permanentemente a las semillas y que las ayudan a dispersarse. Así, después de la fecundación, el óvulo se transforma en semilla y el ovario en fruto, y ambas estructuras transportan al embrión más o menos lejos hasta que este, si las condiciones son favorables, desarrolla una nueva planta: la semilla, cae al suelo y germina con unas condiciones adecuadas de humedad y temperatura.

Otra mejora reproductiva de las Espermafitas es el invento de los granos de polen y del tubo polínico que deriva de ellos. Los granos de polen representan las esporas sexuales masculinas de las Pteridofitas. Se forman en las flores masculinas de las plantas esporofíticas y cuando están maduros, salen de estas flores y transportados por el viento o por animales (polinización), llegan a las flores femeninas y contactan con ellas; entonces el grano de polen germina (no olvidemos que es una espora) y desarrolla un tubo, el tubo polínico, que se introduce en la flor femenina hasta que llega donde están los óvulos que albergan a las oosferas o gametos femeninos; por este tubo bajan los gametos masculinos, que en la mayoría de las espermafitas, pierden los flagelos y se llaman células espermáticas; llegan hasta la oosfera y se produce la fecundación.
De esta forma, primero mediante la polinización, y luego mediante el tubo polínico, se asegura que los gametos masculinos estén siempre protegidos del aire y por lo tanto estas plantas, las espermafitas, ya son totalmente independientes de un medio acuático, incluso en la reproducción.

Las flores son los órganos reproductivos de estas plantas; representan conjuntos de hojitas modificadas para la reproducción sexual; hay dos tipos de flores: las masculinas y las femeninas. Ambas pueden presentarse separadas (flores unisexuales) o unidas (flores hermafroditas) en un mismo pie de planta; o también pueden existir plantas unisexuales, masculinas y femeninas, o plantas hermafroditas, generalmente con flores hermafroditas. Las flores han ido evolucionando y se han ido perfeccionando en las espermafitas.

Se distinguen dos grupos de Espermafitas: Las Gimnospermas y las Angiospermas.
Las Gimnospermas representan un grupo heterogéneo, que en realidad abarca
diversos grupos bastante diferentes. El carácter común de todas ellas y al que alude el nombre es que los óvulos están protegidos por unas cubiertas que no los encierran; por lo tanto no existen verdaderos frutos. Además presentan ciertos rasgos con cierto primitivismo como polinización a través del viento y flores no muy evolucionadas, generalmente unisexuales. Aparecieron en el Carbonífero y fueron plantas dominantes durante la era mesozoica, con grupos que actualmente ya no existen pues se extinguieron en la crisis de finales del Cretácico. Actualmente están representadas principalmente por el grupo de las coníferas, con inflorescencias en forma de conos unisexuales; son los pinos, abetos, cipreses, cedros, y otros árboles de este tipo.

Las Angiospermas son las Espermafitas más modernas y mejor adaptadas al medio terrestre; aparecieron en el Cretácico y en la era cenozoica han sido y son las plantas dominantes sobre la Tierra. El nombre alude al que las semillas están completamente protegidas por un fruto totalmente cerrado. Son abundantes los tres tipos de portes, arbóreo, arbustivo y herbáceo; presentan flores unisexuales o hermafroditas, agrupadas en inflorescencias o solitarias. La polinización por medio de animales, en especial de insectos (polinización entomógama) se ha extendido bastante en estas plantas y las flores que presentan dicha polinización se han adaptado al animal, volviéndose vistosas, coloreadas y perfumadas, para la atracción de los animales; es un ejemplo de coevolución: las plantas han evolucionado paralelamente a sus insectos polinizadores y se ha establecido una dependencia mutua (mutualismo): la planta es polinizada y el insecto, o bien otro animal (pájaro) se alimenta de los jugos azucarados y nutritivos que segregan las flores, el néctar y de parte del polen.

Actualmente, por el influjo de la especie humana, el estrato arbóreo, cada vez es menos numeroso en el planeta, desapareciendo alarmantemente, las selvas, junglas y bosques, favoreciendo la implantación del estrato arbustivo y en especial del estrato herbáceo, mediante prácticas agrícolas y pastoreo, y estimulando la evolución, mediante selección artificial, de especies cultivadas, como cereales y hortalizas; esto en el mejor de los casos; en muchos casos se fomenta la desertización.