20 de febrero de 2007

Futuro optimista del hombre II



¿Qué ocurrirá con el resto del cuerpo? No es fácil contestar. La alimentación es un factor importante. El aumento de población de la humanidad es un problema decisivo. Si no se controla, provocará guerras y hambrunas y en definitiva muertes. Para impedir esto, se intentará que los recursos alimenticios aumenten al ritmo del crecimiento de la población. Una alimentación sana y equilibrada mejora la constitución y salud física de las personas; una adecuada nutrición con una dieta variada y con el suficiente aporte vitamínico, unida a una justa práctica de ejercicio físico, es decir práctica de algún deporte con moderación, produce un físico proporcionado y, a la larga un aumento de talla de la población. Si esto se consigue, la raza humana mejorará en su aspecto físico, acercándose al modelo idealizado por los griegos, por ejemplo. ("Homo helenicus"). Pero esta vida saludable, es probable que no la pueda llevar a cabo toda la humanidad. Solamente las clases más o menos adineradas y con cierto nivel cultural, en decir gente de los países ricos. Quizá la utilización de alimentos transgénicos potencie una mayor cantidad de estos y la despensa de la humanidad aumente, con lo cual se pueda aminorar el hambre que actualmente pasan muchas poblaciones subdesarrolladas. Además, hay que tener en cuenta los malos hábitos y costumbres que parece están ligados a la humanidad, como drogas, alcoholismo, gula, lascivia, etc. y que merman y perjudican una evolución sana de la especie. Por lo tanto, no toda la población humana podría evolucionar de forma satisfactoria, sino solamente grupos más o menos aleatorios; y como se produce la natural hibridación y mestizaje, las taras genéticas que a la larga aparecen, de forma todavía no determinada, como consecuencia de unos hábitos de vida insanos, se transmiten de forma azarosa a la población.

Si se acentúa la vida sedentaria, trabajando delante del ordenador, por ejemplo, los músculos del cuerpo, a la larga se pueden ir atrofiando, adquiriendo, entonces los hombres, formas con grandes cabezas y cuerpos más enclenques, ¿delgados o gruesos?
y con las extremidades más pequeñas y atrofiadas. Estas figuras recordarían a las de muchos modelos de alienígenas: los verdes y los grises, aunque quizá más altos. Sería el "Homo alienigenus".





1 de febrero de 2007

Futuro optimista del hombre I






La especie humana logra superar los impactos ambientales negativos sobre el medio ambiente, a base de utilizar inventos científicos y tecnológicos. Puede llegar a controlar el clima, reducir la contaminación, replantar bosques, frenar la desertización, controlar la superpoblación, utilizar fuentes de energía limpia (en especial la energía de fusión a partir del hidrógeno, es decir la "energía de las estrellas"), etc, aunque obtener resultados positivos, globales, a corto plazo, es bastante complicado.

La evolución del hombre, como la de cualquier otro ser vivo, va a estar condicionada por la evolución ambiental, es decir por los cambios ambientales. Estos van a determinar una mayor o menor presión de selección y por lo tanto la velocidad y el modo en que la especie humana va a evolucionar. Como el hombre es uno de los seres vivos sobre la Tierra que más modifica el medio ambiente, está condicionando su propia evolución, aunque, por desgracia no siempre lo hace conscientemente y de forma positiva; los impactos ambientales provocados por él suelen ser negativos y destructores del medio ambiente, lo cual repercute en la propia salud de la especie humana.

Solamente su capacidad científica y tecnológica puede frenar el deterioro ambiental y esa es la gran esperanza humana.

El progresivo desarrollo de la capacidad craneana favorece una inteligencia cada vez mayor; ambos procesos, parece ser, aumentan de forma paralela, tal y como sugieren los restos fósiles. ¿Seguirá esta tendencia en el futuro? Es probable que si, con lo cual el hombre tendrá una cabeza cada vez más voluminosa y tendrá cada vez mayor capacidad mental. ("Homo macrocephalus"). De todas formas, se ha comprobado que el hombre actual solamente utiliza de un 10 a un 20% de su potencial cerebral, lo cual puede significar dos posibilidades: ¿es necesario que esto sea así para el buen funcionamiento del cerebro? o bien éste está infrautilizado por el hombre y mediante técnicas de aprendizaje, quizá se le puede dar un mejor rendimiento. Hay determinadas personas, que por naturaleza, quizá genética, usan su cerebro de forma más completa; son las personas con poderes paranormales. ¿Por qué ocurre esto con el cerebro humano?¿Por qué se desperdicia tal capacidad? La naturaleza suele tener una economía y no suele malgastar energías, es decir no suele conservar materiales inútiles; estos, a la larga, acaban por desaparecer. ¿De donde proviene tal derroche cerebral? Dejemos, por ahora, este dilema.