1 de marzo de 2013

Vida planetaria






¿Cómo surge la vida en un planeta? Solamente podemos estudiar el fenómeno en nuestro planeta. En la Tierra los seres vivos existen de manera exuberante y diversa y, hasta la fecha, es el único lugar donde es constatable la existencia de vida. Sabemos que los seres vivos, una vez que han surgido en el planeta se han transformado y diversificado en el tiempo por un proceso de evolución cuyas reglas básicas las estableció Charles Darwin en 1859. 

No sabemos cómo apareció la vida en la Tierra. Se especula con varias hipótesis: Un grupo de hipótesis terrestres y otro de hipótesis extraterrestres. 

Las primeras contemplan varias posibilidades: Las primeras células (Se supone procariotas o bacterianas) aparecieron en el mar, en charcas de la orilla del mar o lagos, en terreno arcilloso húmedo, en el fondo del mar en torno a chimeneas volcánicas de dorsales, en el subsuelo rocoso… pero siempre con más o menos agua como medio básico sin el cual los seres vivos no pueden existir. 

Las segundas, al menos algunas de ellas, tienen cada vez más defensores; se basan en algún tipo de panspermia y contemplan también varias posibilidades: Nuestro planeta ha sido “contaminado” bien por moléculas orgánicas previtales como aminoácidos y quizá nucleótidos, entre otras, bien por virus, bien por bacterias, a través de transportadores como meteoritos y cometas o a través de “polvo cósmico” que llega al planeta. En el caso de asteroides que impactan en nuestro planeta, el choque con la atmósfera sería un obstáculo para la integridad de estos seres vivos; téngase en cuenta que la primitiva atmósfera, más delgada y sin oxígeno, de hace unos 4 mil m.a. podría ser más favorable a este tipo de impactos. 

Las hipótesis más fantásticas basadas en la panspermia, son las que se basan en la llamada “panspermia dirigida”, según la cual alienígenas inteligentes (dioses) siembran nuestro planeta con virus o bacterias para que los seres vivos se desarrollen en el por evolución, con fines que se nos escapan, quizá según un plan cósmico. Esta evolución terrestre puede ser seguida, controlada y si es necesario, modificada o reajustada (por ejemplo, en la “creación” del hombre a partir de antropoides) por estos dioses.

Hoy por hoy, no podemos saber con certeza, como ocurrió este proceso vital y todas estas hipótesis indicadas anteriormente tienen sus posibilidades que no hay que descartar.

Pero fijémonos en la evolución de los seres vivos en nuestro planeta: Las primeras bacterias terrestres (la ciencia actual considera a las bacterias como los primeros pobladores vivos de la Tierra) tuvieron que adaptarse a las inhóspitas condiciones de un planeta, que hace unos 4 mil m.a. estaba todavía muy caliente, con una corteza en proceso de formación y enfriamiento, gran cantidad de actividad volcánica, atmósfera inestable a la que llegaban fácilmente radiaciones solares energéticas y peligrosas (no existía la capa de ozono)… En este entorno, es muy probable que las primitivas bacterias fueran extremófilas y se ocultaran de la agresiva superficie en zonas protegidas como el subsuelo y las chimeneas volcánicas submarinas. 

A medida que la superficie terrestre se fue estabilizando y enfriando, las bacterias fueron expandiéndose y colonizando zonas más superficiales como la zona pelágica de alta mar y la zona nerítica de las plataformas continentales. Con el tiempo, aparecieron las primeras bacterias fotosintéticas que evolucionaron pronto hacia una fotosíntesis moderna y oxigénica que utiliza el agua como alimento, la descompone y expulsa al medio oxígeno como producto de desecho, Este gas fue abundando cada vez más y llegó un momento en que enriqueció la atmósfera terrestre que se hizo oxidante y enseguida se formó la capa de ozono estratosférica que retiene las peligrosas radiaciones ultravioletas de onda corta. 

A partir de aquí fue posible la aparición y expansión de las células eucariotas no bacterianas y adaptadas a vivir en presencia del abundante oxígeno que además lo utilizaron en su provecho para realizar una respiración más eficaz, la respiración aerobia. Probablemente se dio un salto evolutivo importante mediante endosimbiosis de dos o más bacterias para la aparición de estas células nuevas, entre 1.500 y 2.000 m.a. que se diversificaron rápidamente al inventar la reproducción sexual, que con la recombinación génica consiguiente, favoreció un gran despliegue de tipos celulares. 

Con el tiempo hace unos 1000 m.a. aparecieron los organismos pluricelulares, cada vez más complejos y diversificados, con la correspondiente división de trabajo celular y la aparición de tejidos y después de órganos en estos seres. Con la aparición de la pluricelularidad, los eucariotas, pronto se separaron en tres grandes ramas que dominan el mundo pluricelular actual: hongos, vegetales (algas y plantas) y animales.
Hay que hacer notar que los seres vivos eucariotas surgieron en el agua (probablemente marina) a partir de la endosimbiosis bacteriana mencionada;  ylos seres pluricelulares consiguientes también. 

Un hito evolutivo importante fue la expansión de estos seres pluricelulares en el medio terrestre o  aéreo. Primero lo debieron hacer los vegetales y hongos, a partir de antecesores acuáticos, como algas verdes en el caso de las plantas (vegetales terrestres), allá por el periodo Silúrico de la era paleozoica (a partir de 450 m.a.); en el mismo periodo los primeros animales conquistan la tierra, también a partir de antecesores acuáticos; me refiero a artrópodos como miriápodos. El resto de animales (otros artrópodos y vertebrados) se adaptaron al medio terrestre en el periodo Devónico de la misma era (a partir de 420 m.a.). En el caso de los vertebrados, una clase de peces de aletas lobuladas dieron lugar a los primeros vertebrados terrestres, los anfibios. Con el tiempo, determinados anfibios evolucionaron a reptiles a finales del Carbonífero (hace unos 315 m.a.), los cuales se diversificaron ampliamente en el Mesozoico, a partir de 240 m.a. originando reptiles de gran tamaño, como los dinosaurios. De un grupo de reptiles carboníferos, los pterápsidos o reptiles mamiferoides, surgen los mamíferos que sobrevivieron durante la era mesozoica, dominada por los reptiles en el medio terrestre y con la extinción de los grandes reptiles, a finales de esta era secundaria como consecuencia del impacto de un gran meteorito hace unos 65 m.a. los mamíferos supervivientes se diversificaron a lo largo del cenozoico o era terciaria, ocupando nichos que dejaron desiertos los reptiles que se extinguieron. En cuanto a las aves, evolucionaron a partir de determinados dinosaurios en el periodo jurásico, a partir de unos 200 m.a. Como se sabe, las aves han colonizado el espacio aéreo del medio terrestre, gracias a su capacidad de volar. En cuanto a la especie humana, apareció en escena a partir de unos monos antropomorfos hace unos 4 o 5 millones de años; es decir a finales del cenozoico, en la era cuaternaria y por lo tanto muy recientemente en la historia evolutiva de los seres vivos.

Este breve repaso de la evolución de la vida en nuestro planeta nos sirve para apuntar un hecho: Los seres vivos no bacterianos surgieron en el medio marino y con el tiempo se han ido complicando (pluricelularidad, tejidos, órganos…), expandiéndose y conquistando otros medios en los que no se originaron, como el terrestre. Es como si avanzaran desde el interior del océano hacia arriba; las aves, al poder vivir en el espacio aéreo es un ejemplo de vanguardia en este avance. Pero es la especie humana, la que con el desarrollo de su cerebro  e inteligencia está en condiciones de dar un paso más y conquistar el espacio exterior. De hecho ya ha comenzado a hacerlo con sus viajes espaciales, llegando por ahora, a la Luna. Así como los seres vivos del medio terrestre se han tenido que adaptar a éste mediante estructuras y mecanismos apropiados, como esqueletos, cubiertas protectoras, mecanismos para evitar la pérdida de agua, respiraciones para captar el oxígeno del aire, etc, el hombre espacial tendrá que adaptarse y protegerse del medio inhóspito del espacio extraterrestre. Lo más inmediato es crear un entorno dentro de la nave espacial que permita su supervivencia durante el viaje. Otro paso será construir ciudades espaciales volantes que sean como naves espaciales pero capaces de albergar determinadas poblaciones humanas más o menos numerosas. Por último es posible que se puedan colonizar planetas habitables los cuales se pueden “terrificar” para hacerlos más similares a nuestro planeta. Un proyecto de este tipo se tiene pensado para habitar en Marte.

Y ahora, cabe pensar, si no habrán hecho algo semejante en la Tierra una o varias civilizaciones extraterrestres que en determinados tiempos hayan llegado a nuestro planeta con ánimo de quedarse de alguna manera…. Por diversos motivos, ejemplo, una simple expansión ya que su planeta se quedara pequeño o bien por necesidad, ante una destrucción de su mundo en un futuro próximo. Quizá su modo de colonización terrestre fue sutil, contentándose con crear un animal genéticamente híbrido, es decir una mezcla de antropoide – extraterrestre (Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza). Es posible que esta hibridación humana la hayan realizado y la estén realizando varias razas extraterrestres a lo largo del tiempo. Una vez que se crearon los primeros hombres, estos han podido ser modificados genéticamente a lo largo de la historia humana por la misma u otras razas extraterrestres que hayan llegado a la Tierra. Por ejemplo la concepción de Jesucristo. 
De todas formas estas disquisiciones son posibilidades que no hay que descartar aunque no tienen por qué ser las ciertas ya que no hay pruebas científicas de que sucedieran así los acontecimientos.

En otro sentido, si existen seres vivos inteligentes en otros planetas (nuestros dioses extraterrestres por ejemplo): ¿Cómo serán? ¿Tendrán aspecto humanoide? Yo pienso que al menos un determinado porcentaje de seres vivos inteligentes si lo tengan. Hay que tener en cuenta que las leyes físico-químicas en nuestro universo son las mismas para todo él. Es decir hay varios tipos de galaxias con varios tipos de estrellas, muchas con varios tipos de planetas, entre ellos “Tierras” o plantas habitables.  Pero es probable que la vida en otros planetas, o al menos  en muchos de éllos, se base en el carbono y por lo tanto se sujete a las mismas reglas que en la Tierra; téngase presente que las química es homogénea en el universo y los átomos y moléculas son los mismos. Ante la inmensidad del universo estos planetas habitables pueden ser bastante numerosos y los seres vivos pueden surgir y evolucionar en ellos de forma semejante a como lo han hecho en la Tierra, aunque no exactamente igual. Y, por lo tanto, los posibles aliens humanoides serán parecidos a nosotros pero no iguales, ya que se habrán adaptado en su planeta a modos de vida semejantes por convergencias adaptativas dando lugar a diseños coincidentes.  Es muy probable que la inteligencia y la consciencia sea una tendencia evolutiva en los seres vivos si hay en un planeta estabilidad y tiempo suficiente para que surja…. Y una forma adecuada (aunque puede que no la única) para albergar dicha inteligencia sea la forma humanoide.
También cabe otra posibilidad apuntada anteriormente: Los seres vivos humanoides que surgieron en un determinado planeta  o planetas se fueron expandiendo por el universo y fueron dejando su “semilla” en otros planetas, mediante métodos de ingeniería genética, creando híbridos humanoides inteligentes en cada planeta conquistado.


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