6 de marzo de 2009

Prácticas espirituales




Son conocidos los efectos favorables sobre la salud que ejercen prácticas espirituales tales como la oración y la meditación. Ayudan a que la persona que las practica logre un equilibrio emocional y una paz espiritual que le protege de situaciones de stress crónico, tan habituales en nuestras agitadas sociedades occidentales. La oración, tradicionalmente, se relaciona con las diversas religiones; pero no tiene por que ser así. Es más, es probable que las religiones hayan incluido tal práctica espiritual en sus cuerpos de doctrina por sus beneficios y bondades. Orar es comunicarse con un ser a distancia, con un ser que no se ve (se supone que superior, pero no necesariamente…), que puede ser una deidad, con diversas intenciones (alabarle, pedirle beneficios, para el orador u otras personas, dialogar con el….) Es una suerte de telepatía que se realiza ¿por medio de nuestros campos electromagnéticos emitidos al orar? ¿o es una suerte de comunicación cuántica? La meditación es un ejercicio de concentración mental sobre algún hecho u objeto en concreto, sobre una situación, o sobre la existencia, la vida, etc,. La diferencia esencial con la oración es que no se dirige a ningún ser en concreto; por lo tanto sus bondades repercuten directamente sobre la persona practicante; pero si se emiten señales electromagnéticas al meditar, puede que estas incidan de alguna manera en el ambiente externo al meditador, o bien sean captadas por otros seres….

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