4 de diciembre de 2013

Una posible ciudad del futuro (1)





Introducción

            ¿Cómo será la ciudad del futuro? Para construir una ciudad lo más perfecta posible habrá que tener en cuenta una serie de principios:

1.- Habrá que partir de zonas vírgenes en donde no existan ciudades, o bien destruir las partes imperfectas de éstas y que obstaculicen los nuevos diseños.
2.- Habrá que tener en cuenta el medio ambiente para no dañarlo o hacerlo lo menos posible. Es decir, tendrá que ser una ciudad "ecológica".
3.- Habrá que diseñarla de acuerdo con los últimos adelantos de la ciencia y la tecnología.

Alternativas

El primer principio es el más conflictivo: No se pueden arrasar las ciudades por razones evidentes;
¿qué se hace con la población de la ciudad mientras se construye la nueva? ¿qué se hace con los edificios artísticos (a veces son barrios enteros)? Son la cultura de los pueblos y de las civilizaciones. Hay algunas alternativas intermedias:

1.- Se conservan las zonas artísticas y culturales y los otros barrios se van destruyendo a medida
que se hacen las nuevas edificaciones, movilizando a la población hacia zonas provisionales.
2.- La ciudad se va extendiendo hacia la periferia según los diseños modernos y de futuro,
conservando la ciudad vieja, que será "el casco antiguo" de la nueva urbe.
      3.- A medida que los edificios se hacen viejos y se destruyen, se construyen los nuevos con arreglo a diseños vanguardistas. De esta forma se limita mucho el diseño de la ciudad futura, tanto en el espacio como en el tiempo.
      4.-Se respetan las ciudades construidas "a la antigua" y se buscan nuevas ubicaciones vírgenes para las nuevas ciudades futuras. Es quizá, la solución más fácil, siempre que haya espacio para las nuevas ciudades y que se asuma el coste ecológico que supone el disponer de estos espacios para ciudades.

Una ciudad nueva y de vanguardia

            Partamos del último apartado y construyamos una hipotética ciudad que parte de la nada, lo cual posibilita que se construya según diseños de vanguardia.
            Esta ciudad tendrá que ser "ecológica", respetando al máximo el medio ambiente y tratará de incorporar los últimos adelantos tecnológicos y científicos.

            En primer lugar hay que calcular el tamaño y el número de habitantes de la ciudad; estos dos factores dependerán del diseño que hagamos de la urbe; diseño en el que predomine el espacio en la horizontal o en la vertical. Los dos tienen ventajas e inconvenientes. En la horizontal, la ciudad ocupa mucho terreno y esto, desde el punto de vista ecológico es perjudicial; se puede aminorar el impacto ambiental si intercalamos muchos espacios verdes entre los edificios, lo que aumenta considerablemente la extensión de la urbe. En la vertical, la ciudad necesitará más consumo energético para mantener los enormes rascacielos y la ciudad será más vulnerable a accidentes tales como derrumbamientos, terremotos, ataques aéreos. Una solución mixta, quizá con predominio de la vertical, en ciertas zonas sería lo ideal. El número de habitantes puede girar en torno a un millón.

Ciudad marítima o ciudad continental

En segundo lugar hay que buscar un terreno adecuado; un terreno que disponga de los recursos necesarios para el abastecimiento de la ciudad. El primer recurso debe ser el agua potable. La ciudad del futuro debe ser capaz de autoabastecerse de este recurso vital y una manera adecuada sería desalinizar el agua marina para lo cual el núcleo urbano debería estar ubicado cerca de la costa, lo cual además traería otro tipo de ventajas, como una climatología marítima sin fuertes contrastes térmicos y recursos pesqueros.

Un inconveniente de una ciudad costera es que la costa limita el desarrollo radial de la ciudad a partir de un núcleo central. En una ciudad interior, continental, se puede construir irradiando a partir de un centro. Hay dos posibilidades: Una urbe en una zona llana o una urbe en un terreno montañoso. En el primer caso sería conveniente la existencia de un río en su interior; de hecho la mayor parte de las ciudades continentales están construidas en torno a ríos, fuente de agua dulce para la ciudad. Otra posibilidad es que se construyan embalses o pantanos cerca de la ciudad para el abastecimiento de agua. Esto es más adecuado en núcleos urbanos de terrenos montañosos, en donde además llueve más, con lo que los embalses se llenan con más facilidad. En este tipo de ciudades montañosas, el factor limitante es el suelo, más accidentado y complejo, por lo que las viviendas tienen que diseñarse adaptándose a la orografía del terreno, aprovechando por ejemplo las laderas de las colinas y  montañas.

Fuentes de energía

            ¿Cuál sería la fuente energética que mantendría la metrópoli? Deberían ser varias y limpias: Energía eólica, con varios campos de molinos en las afueras de la urbe; energía solar, con edificios construidos con paneles solares en sus tejados; con energía mareal, aprovechando la ubicación costera de la ciudad; y sobre todo, utilizando la energía de fusión, la energía de las estrellas; esta en una energía poco contaminante y muy potente, pero en la actualidad la tecnología correspondiente no está lo suficientemente desarrollada ya que es compleja y costosa. Se requieren sofisticados reactores termonucleares para hacer reaccionar el hidrógeno entre sí y fusionarlo en helio (tal como ocurre en las estrellas). La enorme cantidad de energía formada se canalizaría adecuadamente en  energía eléctrica, térmica, etc. Hay que tener en cuenta que en estos reactores se generan elevadísimas temperaturas, del orden de millones de grados centígrados, que hay que neutralizar, canalizando adecuadamente esta inmensa cantidad de calor y evitando que esta energía calorífica contamine térmicamente el ambiente, para lo cual, además de una adecuada canalización del calor generado, las paredes de los reactores deben de ser muy resistentes al calor y debe de acoplarse un sistema refrigerante eficaz.

(continuará)

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