Las puertas estelares (I)

Los portales de las estrellas (stargates) son puertas de acceso a lugares o tiempos del universo más o menos distantes, Se considera que dos lugares o tiempos del universo pueden estar conectados mediante agujeros de gusano que son túneles que representan atajos espacio-temporales. La entrada de uno de estos agujeros es un agujero negro y la salida es un agujero blanco. Pues bien, el agujero negro podría corresponder a una puerta de entrada en un planeta y el agujero blanco a una puerta de salida en otro planeta distante del anterior. A través del túnel, en este caso espacial, podrían desplazarse a gran velocidad objetos como naves espaciales, humanos, etc. De esta forma, estos agujeros de gusano – atajos del espacio-tiempo -  permitirían viajes intergalácticos espaciales o temporales salvando las enormes distancias que hay en el Cosmos y probablemente muchos naves extraterrestres los han utilizado o los están utilizando.

Hoy por hoy, según la ciencia oficial, los agujeros de gusano  son entidades teóricas que entran más bien en el campo de la ciencia ficción.

Para realizar el viaje habría que transportar al pasajero, por ejemplo, la nave espacial. El objeto material a transportar se tendría que convertir en energía organizada, con información de su estructura material y esta energía al llegar a su destino se convertiría de nuevo en el objeto material.

Los astrofísicos, hoy en día, creen que es imposible trasladar materia macroscópica a través de los agujeros de gusano; haría falta enormes cantidades de energía negativa que presenta la llamada materia exótica para tal fin, si no, la materia se aniquilaría. Además mantener un agujero de gusano estable durante tiempo requeriría enormes cantidades de energía antigravitacional negativa, de materia exótica.

 

Las puertas estelares aparecen en determinadas películas de ciencia ficción. Uno de las películas más famosos a este respecto es “Stargate: Puerta a las estrellas” de 1994: En esta película el portal estelar está construido con un elemento exótico, que  es capaz de soportar fácilmente las elevadísimas cantidades de energía para abrir un agujero de gusano estable. Se comporta como un superconductor, siendo capaz de absorber y almacenar casi cualquier tipo de energía, que después es usada para abrir el agujero. En condiciones normales, un portal estelar completamente cargado puede permanecer activado 38 minutos o unos pocos segundos más o menos. Un destino en la galaxia se marca mediante 7 puntos, de los que 6 determinan las coordenadas tridimensionales del destino y el séptimo señala el punto de origen. Es posible añadir un símbolo adicional entre el sexto y el séptimo que determina la galaxia de destino, pero sólo una fuente de energía de la potencia de un ZPM es capaz de proporcionar las astronómicas cantidades de energía para llamar a otra galaxia. Para marcar, se puede utilizar un Sistema de Llamada a Casa u otro dispositivo de llamada (el mecanismo funciona por principios análogos a los de un teléfono), o, llamar de manera manual, girando el anillo interior hasta que el símbolo elegido esté debajo del chevron principal. Al cabo de unos segundos quieto, el símbolo será seleccionado de manera automática. Cuando se marca una dirección, el portal de origen intenta contactar con el de destino, y en caso de que éste lo acepte, abre un agujero de gusano a través del subespacio. Este agujero solamente permite transportar materia en sentido unidireccional, del origen al destino, pero permite que las ondas electromagnéticas y la energía viajen de forma bidireccional. Un portal estelar no transporta los objetos inmediatamente. En su lugar, crea una burbuja subespacial que sirve de almacenamiento temporal. Sólo cuando el objeto ha atravesado completamente el horizonte de sucesos y entrado en la burbuja, el portal de origen desintegra el objeto, enviando a través del agujero la materia y la forma de cómo recostruirla. El portal de destino recibe la materia y la almacena en unos cristales, hasta que le llega toda la materia. En ese momento, reconstruye el objeto, que sale del horizonte resultante con la misma velocidad y dirección con la que entró.