En una anterior
entrada en mi blog “Un paradigma alternativo de la humanidad” hacía una breve
descripción de “las entidades suprahumanas inteligentes” del cosmos, citando
algunos tipos posibles. Ahora voy a tratar este tema pero refiriéndome a
nuestro planeta y citando entidades nuevas que no incluí entonces y que son más
o menos inteligentes y conscientes.
De los cinco tipos de
estos seres que cité hay que descartar todo tipo de extraterrestres ya que no
pertenecen a la Tierra, aunque unos cuantos estén aquí instalados. Los tipos
restantes voy a describirlos brevemente de nuevo:
- Civilizaciones humanas más adelantadas
que la nuestra, y del pasado, como puedan ser la civilización atlántida,
lemúrida, de mú, hiperborea.... En este sentido hay quienes afirman que han existido al menos estas civilizaciones humanas mucho más avanzadas que la nuestra, antes que
nosotros y que por diferentes motivos se han destruido. Quizás algunos representantes de estas civilizaciones huyeron al espacio en sus naves y nos visitan, o bien se refugiaron dentro de la Tierra y salen con sus naves voladoras....
- Intraterrestres que viven o han vivido
en el interior de la corteza terrestre en cuevas subterráneas de gran
envergadura. Estos intraterrestres, también más evolucionados que nosotros,
pueden tener su origen en los extraterrestres anteriormente citados, o pueden
ser pobladores originales del planeta como es la actual humanidad. Parece ser
que hay una gran población de reptilianos cuyos antepasados fueron algunas
especies de dinosaurios, y que no son hostiles para la actual humanidad.
-
Humanos del futuro que han realizado
viajes en el tiempo hasta nuestro presente.
Pues
bien, añadiré más entidades de este tipo:
Estas
entidades que voy a indicar se encuadran dentro del mundo espiritual, es decir
no material, por lo que no los podemos percibir, aunque, si ellos lo desean, si
se pueden manifestar ante nuestros ojos.
Me
refiero a una serie de seres no materiales que vibran en otro tipo de
frecuencias y que se les puede considerar “etéreos” o “espíritus”.
Como podemos
intuir, la realidad que percibe un determinado ser vivo – árbol, hormiga, gato,
hombre… - no es la misma, pues está determinada por sus receptores sensoriales
que le comunican con el medio ambiente en que está adaptado a vivir. Cada ser
vivo percibe su propia realidad y, es más, aunque la realidad de los individuos
de una especie es muy parecida, tampoco tiene por qué ser la misma. Por
ejemplo, no es lo mismo la realidad de una persona normal que la realidad
distorsionada de un ciego, un esquizofrénico o un psicópata.
Por otro lado,
como nos indica la física moderna, incluida la física cuántica, la materia del cosmos se puede considerar
como energía condensada y vibrando a baja frecuencia y gran longitud de onda;
es decir, el cosmos se puede contemplar como una maraña de ondas – toda
partícula material tiene una función ondulatoria – vibrando a muy diferentes
frecuencias, algunas de las cuales corresponden a la materia (objetos no vivos
y seres vivos).
Estas ondas energéticas también pueden dar lugar a seres
inmateriales y conscientes, en diferentes grados de evolución. Nosotros, seres
vivos materiales, que vivimos en nuestro planeta material, no podemos percibir
este mundo ondulatorio y energético ya que no vibramos en sus frecuencias más
elevadas que la nuestra. El símil de una radio puede ser ilustrativo: Según se
desplaza el dial, se escuchan unas u otras emisoras de radio, que “vibran” a
diferentes frecuencias.
En
consonancia con lo dicho, todo lo que existe en el cosmos, según su frecuencia
vibratoria, existe en diferentes densidades. Las tres primeras, de frecuencias
bajas, corresponden al mundo material, pues cuanto más lentamente vibra la energía más densa y sólida parece y cuanto más rápidamente vibre, más etérea e inmaterial se nos presenta.
La humanidad, actualmente, vibra en frecuencias de la tercera densidad (3D) y percibe su planeta, la Tierra, en esta densidad 3D.
La humanidad, actualmente, vibra en frecuencias de la tercera densidad (3D) y percibe su planeta, la Tierra, en esta densidad 3D.
Pero como ya indiqué en “Un paradigma alternativo de la
humanidad” el cosmos se puede considerar formado por una entidad creadora
consciente, la Fuente ó Dios creador y es un conjunto de ondas energéticas que
se pueden materializar, muchas de las cuales dan lugar a espíritus en estado de
evolución y reflejo del Dios creador y que en su recorrido pasan por diferentes
planos vibratorios o frecuenciales hasta que regresan a la Fuente de nuevo.
Según este pensamiento metafísico recogido de enseñanzas místicas y esotéricas
antiguas y más modernas y que en la
actualidad se está considerando cada vez más, estos espíritus se pueden
materializar en diferentes lugares del cosmos como planetas, incluido el
nuestro. De esta forma muchos de estos espíritus se encarnan en diferentes
seres vivos, incluidos los humanos para aprender de este mundo material
terrestre. (Ver “La reencarnación”).
Pues bien, cuando se produce la muerte de
una persona, su espíritu puede quedarse temporalmente en diferentes planos
frecuenciales ligados a nuestro planeta y que nosotros no percibimos. Entre
estos espíritus están los fantasmas, por ejemplo.
Entre otras entidades
espirituales no humanas pero ligadas a nuestro planeta están “los espíritus de
la naturaleza” o elementales como los gnomos, ondinas, sílfides, salamandras,
sátiros, elfos, duendes, faunos, hadas….
También
se pueden considerar a otros espíritus: Los devas o ángeles. Como escribe Elen
Ross:
“También llamados los
hijos de Dios, o ángeles; los devas, como los conocen los hinduistas, son la
línea de evolución más alta relacionada con nuestro mundo físico. Se pueden
considerar como un reino inmediatamente superior al humano, como el humano es
inmediatamente superior al animal.”
Para detallar más lo escrito en esta entrada, enlazo algunas webs:
No hay comentarios:
Publicar un comentario