Me refiero al título
del libro de Salvador Freixedo, cuyo subtítulo es “El origen del mal en el
mundo”.
Teovinología, como su nombre indica, trata de la conexión entre los
Dioses y los OVNIS. No es una idea nueva pero el escritor, ex jesuita y
dedicado al estudio de los OVNIS durante más de 60 años (actualmente tiene 90),
lo trata de una forma clara, directa y completa, es decir, se nota que ha leído
e investigado mucho sobre el tema y no se olvida de nada relacionado con este
misterioso asunto. Este libro es como un resumen profundo de toda su
investigación, y es de admirar, que teniendo 88 años cuando lo escribió, conservase una mente tan lúcida.
No es la única
persona a la que se le ha ocurrido esta fantástica conexión
dioses-“extraterrestres”. A otros ufólogos – ovnílogos, sería un nombre más
correcto en español – ( Juan José Benítez, David Icke, David Parcerisa, David Cangá) ya se
les ha ocurrido, pero tratan el tema más parcialmente.
Yo, modestia aparte, ya
tuve en la cabeza hace años esta idea, aunque no llegué a las tremendas
conclusiones que Freixedo manifiesta en este importante texto. No hay más que
leer la Biblia sin prejuicios para darse cuenta de la mencionada conexión,
sobre todo en los cinco primeros libros (Pentateuco) del Antiguo Testamento, donde se nos muestra a un
dios Yahvé un tanto caprichoso, iracundo y castigador, recordando a ciertos
extraterrestres “malos” de la actualidad como los reptilianos. Por otro lado,
la primera frase del Padrenuestro (oración enseñada por Jesucristo) nos adentra
en este asunto: “Padre nuestro que estás en los cielos”…
Los cielos son los
lugares por donde vuelan las aves y los aviones, en donde se encuentran las
nubes, las estrellas y… los OVNIS. El que quiera entender, que entienda…. En
otro aspecto, los ángeles del Señor, me recuerdan sospechosamente – con sus
alas y sus mediaciones – a alienígenas enviados por otros de mayor jerarquía,
es decir, sus jefes.
Y saliendo de la religión judeo-cristiana, es decir
Antiguo y Nuevo Testamento, nos encontramos con que en las demás religiones,
sus dioses también han venido, en su mayoría, del cielo y tienen
comportamientos parecidos. No obstante, también se puede explicar el fenómeno
religioso en la humanidad desde otros puntos de vista más “terrestres” (Ver mi
entrada en este blog “Las religiones”).
En este libro,
Freixedo, contempla sobre todo los dioses de la religión judeo-cristiana (no
olvidemos que ha sido jesuita), pero sus aseveraciones también son válidas para
otras religiones, como el indica. Compara estos dioses con los “extraterrestres”
pero al hablar de estos lo hace desde una visión amplia, llamándolos entidades
extrahumanas inteligentes, queriendo decir con esto que son seres inteligentes,
mucho más inteligentes y avanzados que nosotros, no humanos y que no tienen que
provenir necesariamente de otros planetas: algunos de éllos pueden haberse
instalado en la Tierra antes que apareciera la humanidad sobre el planeta. Además
muchas de estas entidades pueden ser interdimensionales, ya que han llegado a
un grado tal de evolución que dominan el espacio, el tiempo y la materia,
pudiendo hacerse invisibles a nuestros sentidos a voluntad. El autor parte de
la premisa de que el Cosmos puede ser un “hervidero de vida”, mucha de la cual
puede ser inteligente…. Es decir, el hombre no es el rey de nuestro planeta y
mucho menos de nuestro Universo.
Estas entidades inteligentes extrahumanas
pueden venir de muchas procedencias, ser de muchos tipos y con respecto a
nosotros, sus intenciones también pueden ser muy variadas. Respecto a éstas
últimas pueden ser favorables (entidades buenas), desfavorables (entidades
malas) o indiferentes. Los primeros, desde un punto de vista religioso, serían
los dioses (no todos) y los ángeles (tampoco todos) y los segundos serían los
demonios. Las buenas intenciones se referirían a una ayuda en nuestra evolución
espiritual o en la conservación de nuestro planeta (a éllos también les puede
interesar este último hecho). Las malas intenciones irían encaminadas a nuestra
destrucción (nos odian) o a obtener de nosotros, de forma parasitaria, alimento
material (sangre y carne – los sacrificios-) o energética (ondas energéticas que
se desprenden de nuestras emociones como miedo, dolor, angustia, terror, etc)
Si consideramos las razas alienígenas a este respecto, los candidatos a aliens
negativos más claros son la mayor parte de los reptilianos que han sido
enemigos ancestrales de los humanos desde que prácticamente, aparecieron ambas
razas en nuestro universo.
A propósito de lo que acabo de decir, es interesante
conocer las cuatro razas primigenias del Universo, que han sido reveladas por
determinadas entidades cósmicas a bastantes contactados (entre otros a Alex Collier).
Salvador Freixedo,
expone el dominio y control de nuestro planeta en lo que a la humanidad se
refiere, y con esto coincide con bastantes ovnílogos, por parte de razas
reptilianas que equivaldrían a Satanás y
a sus demonios, seres de la oscuridad, en contraposición a la ayuda que nos
prestan, aunque de forma más tímida entidades “buenas”, seres de la luz, entre ellas Jesucristo.
Parece ser que dichas entidades tienen que seguir una regla cósmica, que los “malos”
se la saltan: Es la de no interferir en los asuntos de una raza en evolución –
como la humana - de su planeta y dejar
elegir a la susodicha raza su camino según su libre albedrío. Por eso
Jesucristo se encarnó para interactuar más de cerca en la humanidad de la época
y enseñarles su doctrina beneficiosa de ayuda, basada en el amor.
Para explicar con más
detalle el control reptiliano de la humanidad, el escritor acude a las llamadas
teorías conspiranoicas por las personas que no creen en todo esto, es decir el
control en la sombra de estas entidades malignas a través de élites sicarias
familiares muy poderosas, como los Iluminati, formadas por banqueros,
empresarios y mandatarios ocultos en una siniestra pirámide de poder oculto y
cuales son sus estrategias de dominación de las masas humanas.
Para concluir esta
breve reseña del libro, que por supuesto, recomiendo su lectura, indicaré que
cuando hablo con mi hijo de estos temas, el me dice que muchos “creyentes” de
la actualidad sustituyen a las religiones por los OVNIS, es decir los OVNIS han
sustituido en muchos casos a las religiones…. Es que, yo pienso, como Salvador
Freixedo, que ambas cosas son lo mismo.
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