La especie humana pertenece al
orden Primates, familia Homínidos. Se caracteriza, además de tener la mano
prensil y la visión estereoscópica y cara achatada, como otros primates, por la postura erecta, carecer de cola, el
abandono de la vida arborícola y sobre todo por el uso de herramientas, su
cerebro extraordinariamente grande y su gran inteligencia.
Hace unos 8 millones de años,
movimientos ascendentes del material del manto terrestre provocaron una rotura
en África oriental iniciándose el actual “rift” continental, enorme brecha
tectónica que separa la franja este de África, al sur de Etiopía, del resto.
Este fenómeno alteró el clima ecuatorial de esta franja este que pasó a tener
un clima monzónico, con estaciones secas, y la selva se convirtió pronto en una
sabana
abierta. Los primates, antecesores del hombre, de esta zona tuvieron
que adaptarse a un ambiente totalmente nuevo. De este modo aparecieron los homínidos
sobre nuestro planeta.
Un proceso tectónico → Un cambio ambiental (selva a
sabana) → Presión de selección sobre
antecesores primates → homínidos
A partir de
este hecho, la evolución de los homínidos se pone en marcha. Esta evolución la
conocemos, cada vez con más detalle, debido a los fósiles de humanos que se han
encontrado y que van apareciendo a
medida que transcurren los años y que nos permiten establecer un esquema
filogenético cada vez más completo, aunque con muchos interrogantes todavía.
Hay algunos
registros fósiles muy antiguos que son dudosos: pueden estar en la base de los
homínidos pero también pueden ser primates antropomorfos muy afines a aquellos:
me refiero al cráneo de Toumaï (Sahelanthropus),
del Chad, de hace 7-6 m.a., el hombre original (Orrorin), de Kenia de hace 6 m.a. y a Ardipithecus ramidus, de unos 5 m.a., de Etiopía. Estas especies
eran todavía arborícolas, aunque en algunas ya se apuntaba el bipedismo.
A partir de
las especies incluidas en el género Australopithecus ya se puede hablar propiamente de especies
homínidas. Se han encontrado restos diversos del esqueleto y dientes que se han
incluido en varias especies; las mas representativas son: A. anamensis (4 m.a., Kenya), A.
afarensis (3,5 m.a., Etiopía y Tanzania), la conocida “Lucy”, A. africanus (3-2,5 m.a., Sudáfrica), el
primer hallado, y los “parantropos” o
australopitecinos robustos que vivieron hasta pasados los 2 m.a. y se
extendieron por África del sur desde África oriental.
Vemos que los australopitecinos
se expandieron por buena parte del territorio africano pero todavía no dieron el paso de salir de este
continente. Aunque
caminaban algo inclinados, habían alcanzado ya el bipedismo, liberando así la
mano. Su cráneo, con un aspecto todavía tosco y parecido al de los simios,
presentaba sin embargo una serie de rasgos que nos hacen pensar que tales seres
se hallaban en el camino de la hominización. Así, aunque la capacidad craneana
oscilaba entre 435 y 600 c.c., muy alejada todavía de la humana, presentaban
una región frontal bastante desarrollada, un toro supraorbital
(engrosamiento del hueso frontal encima de las órbitas de los ojos, que forma
una especie de visera sobre éstos) prominente, aunque menor que en los Póngidos
(gorilas, chimpancés y orangutanes) y un prognatismo muy acusado (inclinación
hacia delante de la mandíbula inferior en relación con el frontal), pero con el
maxilar con tendencia a alargarse mas hacia abajo que hacia delante, carácter
que les va separando también de los Póngidos. El arco dentario es aún
imperfectamente parabólico, pero existe una clara reducción de los caninos, de
tal manera que el aparato dental se parece ya bastante al humano. Pese a todo,
mantienen un notorio aspecto de simio que se ve reforzado por una robusta
musculatura del cuello y de la cara. Aunque podrían tener una cierta habilidad
manual no se ha demostrado que fuesen los autores de la industria de guijarros
(pebble culture), actualmente asociada al H.habilis.
Hace unos 2 m.a. en el valle del
rift africano (África oriental) coexistieron hasta cuatro especies diferentes
de homínidos, un parantropo y tres primitivas especies del género Homo: H. rudolfensis, H. habilis y H. ergaster,
en un alarde de diversidad evolutiva simultanea en los homínidos.
Las características del género
Homo con respecto a los australopitecinos son:
El género Homo, presenta marcadas diferencias con el género Australopithecus y presenta un proceso
de hominización más acentuado. La estructura de la pelvis y la forma del fémur
indican que ya tenían una postura erecta buena y eran bípedos. Las extremidades
superiores son ya más cortas que las inferiores. La mano, no solamente es prensora,
sino que debido al gran desarrollo del pulgar y a su oponibilidad a los otros
dedos puede realizar movimientos de cierta precisión. La capacidad craneana es
variable y va desde unos 600 c.c. en las formas más primitivas a más de 1400
c.c. en las más evolucionadas. La forma del cráneo es también más humanoide: se
reduce el prognatismo y los toros supraorbitarios. El arco dentario es
parabólico y los molares en general más pequeños. Es un g. cosmopolita y dentro
de él se han establecido varias especies que representan varias etapas
evolutivas. Debió surgir en África hace
unos 2,5 m.a.
H.habilis.- Es el representante más antiguo
del género, junto al H.rudolfensis.
Se le atribuye una antigüedad entre 2.500.000-1.500.000 años. Se ha encontrado
en Olduway (Africa) y se piensa debió convivir con los últimos
australopitecinos y que fue el responsable de la industria de guijarros y de la
industria de utilización de huesos, dientes y cuernos de mamíferos. Presenta
menor robustez de la mandíbula, mayor capacidad craneal (unos 680 c.c.) y
distinta dentición que los australopitecinos, así como un bipedismo más
conseguido. Debió alimentarse de frutas y ocasionalmente, de carroña.
H.ergaster.-
También africano, apareció a partir probablemente, de poblaciones de H. habilis, hace unos 2 m.a. Parece ser
que originó la línea evolutiva que condujo al H.erectus. Fue el primer homínido capaz de recorrer erguido largas
distancias. Era un auténtico cazador y es probable que inventara armas para
abatir todo tipo de presas, lo que le permitiría vivir lejos de la selva;
además quizá fuese el primer homínido con una considerable reducción del pelo
en el cuerpo (el desarrollo en el hombre de las glándulas sudoríparas va parejo
de la gradual desaparición del pelo). Una característica notable de esta
especie es que originó la línea evolutiva de la que surgieron los primeros
homínidos que salieron de África y se adentraron en Eurasia.
Hace 1,8 m.a los primeros H. erectus aparecen en China y en Java. A lo largo de un millón de
años nuestros antepasados llegaron a todos los continentes del Viejo Mundo,
quizá en busca de nuevas fuentes de alimento. El H.erectus vivió hace
1.800.000-40.000 años (nótese su longevidad) y su distribución es
fundamentalmente asiática (Pithecantropus
- hombre de Java, Sinantropus -
hombre de Pekín, fueron nombres que les dieron sus descubridores) Su esqueleto
mantenía una posición vertical perfecta. Su capacidad craneana oscilaba entre
800 y 1100 c.c. Era ya un hombre inteligente, parecido a nosotros, que descubrió
el fuego y tenía una industria lítica avanzada, consistente en grandes piezas
bifaciales (hachas, rascadores, hendidores, etc). Fue el primer cazador
organizado y por lo tanto el primer homínido carnívoro.
Los restos europeos más antiguos
de un descendiente del H. ergaster son los de H. antecessor (800 mil años.
Atapuerca, Burgos). Fabricaba instrumentos toscos y era caníbal, quizá
ocasional. Su capacidad craneana se estima en algo más de 1000 cc.
Actualmente hay dos hipótesis
para explicar las migraciones humanas por Eurasia, a partir del H. ergaster: La multirregional y la
africana. La primera indica que los descendientes del H. ergaster se extendieron por todo el Viejo Mundo hace
aproximadamente un millón de años, pero adquiriendo características regionales
que darían lugar a las razas del hombre moderno, el H. sapiens. La hipótesis africana propone, que si bien H. ergaster colonizó toda Eurasia y
África, fue en África donde evolucionó a H.
sapiens, que luego, en una segunda oleada migratoria, hace algo más de cien
mil años, se extendió por Eurasia.
Algo posterior es H.
heidelbergensis, del Viejo Mundo (500 – 150 mil años) Se ha encontrado, por
ejemplo, en Alemania (mandíbula de Mauer) y en Atapuerca (Burgos). De gran
capacidad craneal (casi como la nuestra) pero de cráneo más robusto.
De esta especie, parece ser que
derivó H. neanderthalensis, el hombre
de Neandertal, rama de homínidos desaparecida. Su cráneo era bastante alargado,
con toros supraorbitarios bastante marcados. Tenía una capacidad craneana de
unos 1400 c.c. Su cuerpo era rechoncho, de poca altura (1,5 m.) y sus piernas
eran más bien cortas. Vivieron en Europa y en Oriente próximo en condiciones
climáticas más bien duras (periodos glaciares), entre 150.000 y 30.000 años. Se
adaptaron al clima glaciar, viviendo en cuevas y eran cazadores, utilizando
lanzas de madera y bolas de piedra más utensilios de piedra tallada. Enterraban
a sus muertos e inventaron los vestidos para sobrevivir a las épocas glaciares.
La última especie de homínidos,
hasta la fecha es el H. sapiens,
donde nos incluimos. Se encuentra fósil a partir del último periodo glaciar, a
partir de 40.000 años. Se incluye el hombre de Cro-Magnon. Estos eran
individuos esbeltos, de estatura elevada, musculosos y con capacidad craneana
semejante a la nuestra (unos 1400 c.c.) Tenían una gran reducción facial, con
una cara ancha y alta y de prominente mentón. Usaban utensilios más
perfeccionados y trabajaban el hueso, confeccionaban ropas cosiendo pieles y
construían tiendas y chozas. Eran expertos cazadores pero todavía no eran
agricultores ni ganaderos. Son los responsables de las pinturas rupestres. A
partir de estos hombres ya surgieron los hombres modernos, que eran ganaderos y
agricultores (Neolítico). Coexistieron con los neandertales durante algunos
miles de años y no se tiene claro que el H. sapiens provocara directamente la
extinción de los anteriores; el hecho es que, ésta ocurrió, quizá por
competencia con los hombres modernos.
¿Cuáles fueron las causas que
indujeron la rápida evolución de los homínidos? Estos, en poco más de 4 m.a.
pasaron de peludos primates a hombres modernos como nosotros. Es probable que
hallan sido varias: La fundamental, quizá sea la adquisición de la postura
erecta, el bipedismo, la cual, posiblemente desencadenó algunas otras:
liberación de las manos y fabricación de herramientas, aumento de la capacidad
craneana y de la masa encefálica, aparición del lenguaje, paso a una dieta
omnívora….
En este aspecto, la postura bípeda, debió ser
estimulada por el cambio climático que transformó la selva en sabana. En la sabana, la postura bípeda es una forma
más eficiente de recoger el alimento y además el animal humano se alza más
sobre la hierba y puede ver mejor a sus enemigos, aparte de que el bipedismo
soporta mejor la insolación, por ejemplo.
Una vez más, en este caso en la
evolución de los homínidos, ha sido un evento geológico, la apertura de un rift
tectónico en la franja oriental africana, (el motor térmico terrestre, de nuevo
en acción) el que a cambiado la orografía de la superficie terrestre, el clima
y de esta forma ha catalizado el paso
evolutivo del mono al hombre.
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