Actualmente estoy
convencido de que nuestro universo (y probablemente otros universos) es un “hervidero
de vida”. No solamente de vida vírica y microbiana sino también de vida
pluricelular, vegetal y animal y además, de vida inteligente, igual de
inteligente que la especie humana o más… mucho más.
Como indica el
segundo principio (de la correspondencia) del Kybalión: "Como es abajo es arriba
o viceversa", nuestro universo es homogéneo, aunque tenga sus singularidades, y
las leyes físicas y químicas se extienden por todo el: Por ejemplo, las
estrellas y los planetas se repiten, lo mismo que sus movimientos. Por supuesto
que hay que contar con la gran diversidad de todos ellos.
Lo mismo ocurre con
los seres vivos y sus leyes biológicas y de evolución. Son muy diversos, con
sus peculiaridades evolutivas en cada planeta pero sus arquitecturas, planes de
organización y, por ende, sus fisiologías y funcionamientos se repiten a grandes
rasgos. A este respecto, conviene leer el libro “La teoría de los diseños
coincidentes” de Herikberto M.Q. Esto quiere decir que en los planetas aptos
para la vida, que son muchos, habrá virus, bacterias seres unicelulares
eucariotas y seres pluricelulares eucariotas, entre ellos, vegetales, animales
y seres inteligentes de tipo bípedo humanoide.
Además, es muy
posible, que entidades inteligentes que hayan evolucionado lo suficiente como
para conquistar parcelas del universo, hayan sembrado de vida semejante a la
suya, otros planetas a los que han llegado, bien inhabitados, o bien ya con
vida y en este caso han interaccionado con esta vida, por ejemplo, provocando hibridaciones a
varios niveles. Es la teoría de “la panspermia dirigida”, propuesta por el
premio nobel Francis Crick. En este sentido, hay muchos ufólogos que opinan que
el Homo sapiens es un híbrido en mayor o menor grado, de seres extraterrestres
(dioses) y de antecesores homínidos terrestres, como el H. erectus y el H.
neandertalensis.
Centrémonos más en
las entidades inteligentes no humanas. Ya he dicho que el grado de inteligencia
y consciencia puede ser variable con respecto a nosotros, siendo, muchas veces,
muy superior, tanto tecnológicamente, como espiritualmente.
Así pues, estas
entidades se pueden clasificar en extraterrestres, intraterrestres y ultraterrestres,
sin excluirse unos a otros.
Los primeros, lo
extraterrestres, son los más conocidos entre los ufólogos. Son los que vienen
de otras estrellas y sus planetas en sus naves espaciales, a través de, por
ejemplo, agujeros de gusano, entrando y saliendo por puertas estelares y
viajando a través del tejido espaciotemporal, por lo que pueden ser viajeros
del pasado o del futuro; incluso, cabe la posibilidad, de que sean los propios
humanos del futuro los que nos visiten. También pueden provenir de otros
universos, ya que los agujeros de gusanos pueden interconectar varios universos
entre si. Se han detectado muchas razas de extraterrestres inteligentes, la
mayoría bípedas, las cuales se agrupan en varias categorías: Humanoides, reptilianos,
felinos, carianos (aves bípedas) insectoides, grises, etc.
Los segundos, los intraterrestres,
son entidades inteligentes que viven en el interior de nuestro planeta. Se sabe
que en el interior de la corteza terrestre hay una red más o menos extensa de
cuevas y galerías, que pueden ser de tamaños colosales y que pueden estar
extendidas a lo largo y ancho del planeta. Hay investigadores que opinan que
nuestra Tierra es hueca (teoría de la tierra hueca) y algunos afirman que la
mayor parte de los planetas también son huecos, como el nuestro, y que son
habitables. Bien sea de una forma u otra, existen seres inteligentes
intraterrestres de varios tipos (humanoides, reptilianos…) que pueden ser
indígenas de la Tierra o extraterrestres.
Los terceros, los
ultraterrestres, no son físicos, aunque pueden materializarse y hacerse ver.
Pertenecen a otras densidades o dimensiones (según la terminología empleada) no
físicas, a partir de la cuarta densidad y entran dentro de los estudios de la
metafísica.
Estas entidades
pueden convivir con nosotros sin enterarnos, ya que no los percibimos, al no
ser que se manifiesten. Pueden ser terrestres o extraterrestres y también
intraterrestres. Entre ellos podríamos citar a los fantasmas, espíritus, seres
de luz, determinados dioses, ángeles, demonios, etc.
Todas estas entidades
inteligentes no humanas, a su vez, pueden ser beneficiosas, perjudiciales o indiferentes con respecto al ser humano,
habiéndolas llamado con diversos nombres como dioses, ángeles, demonios,
diablos, dragones, nórdicos, grises, reptilianos, fantasmas, hadas, duendes, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario