Según uno de los principios del pensamiento hermético y ocultista de la “Filosofía Rosacruz”, “Todo es mente. El universo es mental”. Reflexionemos sobre este principio.
El universo es energía mental y consciente que existe eternamente (Dios). Esta energía consciente crea la materia, el espacio y el tiempo en los diferentes universos que van surgiendo y se van expansionando. En estos, con la creación del espacio y el tiempo, la energía se va enfriando y condensando en materia, y esta, a su vez, puede volver a ser energía, en un va y ven de transformaciones espaciotemprales; el cosmos de esta forma, evoluciona en el tiempo.
Hay dos concepciones cosmológicas aparentemente opuestas:
1.- A partir de una “gran explosión” de una enorme cantidad de energía inestable se crea un universo: Esta energía se va enfriando a medida que se expande y se forma el espacio y el tiempo. De esta forma se va creando materia, cada vez más compleja y en su momento, cuando las condiciones son propicias, va emergiendo la vida, y con la vida se va manifestando en diferentes grados de evolución y complejidad, la consciencia, implícitamente latente en el universo.
2.- Una energía mental, consciente y eterna (Dios) crea universos en una especie de “juego evolutivo” con aparición de materia, espacio y tiempo, en una suerte de diversificación y expansión, con unas leyes fisicoquímicas universales. El universo o los universos, existen y se transforman en el espacio-tiempo y quizá tengan un fin o destino de volverse a unificar en la primitiva fierza creadora…. Si bien hay que considerar, que el espacio tiempo puede ser una ilusión y entonces el (los) cosmos son eternos y, a un mismo tiempo, existen sometidos a las leyes físicas espacio-temporales y materiales.