Desde que ha aparecido el Homo sapiens en La Tierra, la
evolución se ha acelerado. Me explico: Me refiero a la evolución propiciada por
el propio hombre, una suerte de evolución artificial.
Antes del hombre la
evolución era un proceso natural, enmarcado en el devenir temporal del universo
según la flecha del tiempo termodinámico de expansión a partir del la gran
explosión, con la que surgió nuestro universo. En un momento determinado – hace
unos 4 mil m.a. – surgió la vida en nuestro planeta y comenzó la evolución
biológica regida por las reglas neodarwinistas. Los genes de los seres vivos
han ido mutándose primero y después recombinándose y con ayuda de otros
procesos evolutivos como la endosimbiosis y asociaciones de seres vivos, la
colaboración de virus, etc, la evolución de la vida ha ido avanzando, unas
veces más lentamente y otras más rápidamente, ajustándose a la presión de
selección medioambiental pero siempre en periodos de tiempo amplios, de miles y
millones de años; el tiempo siempre ha sido un efectivo cómplice de esta
evolución.
Pero ha aparecido el hombre y las cosas han cambiado en cierto
modo. Ya los primeros agricultores y ganaderos practicaron una suerte de
selección artificial en plantas cultivadas y ganado, como acertadamente señaló
Charles Darwin, para argumentar su teoría de la selección natural. Este
proceso, que sigue practicándose hoy en día, acelera considerablemente el
proceso de selección de seres vivos, pero hay procesos inventados por la mente
humana que aceleran y acelerarán todavía más la evolución biológica, en
especial la humana.
En primer lugar la modificación del genoma por métodos de
ingeniería genética. Esta tecnología, está perfeccionándose cada vez más y en
un futuro, no solo se podrán reparar y/o sustituir genes defectuosos en los
seres vivos y en el hombre sino que se podrán seleccionar “a la carta” bebés
con arreglo a unas determinadas cualidades; incluso se podrían “crear” razas o
especies nuevas. Claro que hay que tener en cuenta los frenos éticos que se
pondrán a algunas de estas opciones.
Por otro lado hay que considerar los avances en computación
e inteligencia artificial. Es probable que en un futuro se fabriquen máquinas
inteligentes en forma de ordenadores o de robots, entre los que se podrían
encontrar los androides. Estos robots podrían realizar – de hecho ya lo hacen –
trabajos que el hombre no desea o no puede realizar. Serían muy útiles en
tareas espaciales, como viajes al espacio, por ejemplo. Estos androides podrían
construirse, con el tiempo, pareciéndose cada vez más al ser humano, teniendo
sentimientos, capacidad de decisión y consciencia, (los androides podrían ser
mixtos, con componentes biológicos como neuronas y componentes no biológicos,
propios de los robots convencionales) por no hablar de una inteligencia mucho
más potente, al menos más rápida, como es propio de los ordenadores.
Es decir, un posible futuro de la humanidad podría ser el androide mixto.... A este respecto es interesante la siguiente noticia:
Cyborgs en 2045
Es decir, un posible futuro de la humanidad podría ser el androide mixto.... A este respecto es interesante la siguiente noticia:
Cyborgs en 2045
Como la
ciencia-ficción ha insinuado, las máquinas podrían superar al hombre, incluso
manejarle según sus intereses, en una especie de esclavitud. Esperemos que la
inteligencia de estas máquinas no se escape a nuestro control y que esto no
ocurra. Estas máquinas podrían adquirir autonomía propia, sobre todo si
consiguen la capacidad de reproducirse por sí mismas y evolucionar, como lo
hacen los seres vivos. De hecho ya se está trabajando en este proceso.
Por último hay que considerar los avances de la nanotecnología,
es decir la construcción de minimáquinas de todo tipo de tamaño microscópico
que podrían introducirse en los organismos vivos, por ejemplo humanos, para
realizar una serie de acciones diversas, como acciones terapéuticas, de
potenciación de la mente (microchips cerebrales), etc. Por no citar la
construcción de nanorobots, prácticamente invisibles que podrían actuar de
múltiples formas, pasando desapercibidos, salvo para los científicos que los
han programado para una determinada tarea.
En fin, el futuro de la humanidad, si ésta no se
autodestruye, puede ser apasionante, quizá peligroso y en cierto modo,
inimaginable….
Me parece cierto que la programación llegue a ser muchísimo más sofisticada, pero no puedo creer que surja consciencia de una programación. Me convence mucho más la idea de una realidad con propiedades holográficas, y si es así, la consciencia es parte inseparable de un todo universal, no puede surgir de un montón de señales eléctricas o de otro tipo.
ResponderEliminarPor otra parte, hablar de consciencia y de inteligencia es bastante absurdo y abstracto, a ver quién es capaz de ponerse de acuerdo para llegar a una definición incuestionable. Si ni siquiera somos capaces de dar una definición exacta, ¿de qué sirve plantear si algún día las máquinas van a ser más inteligentes que nosotros?